El neoliberalismo es consumo. Es poner en el centro de todas las relaciones
el mercado y a través de él regir todas las interacciones sociales. Se entiende
al mercado como herramienta intermediaria entre todas interacciones de las
personas. No es posible entender, ahora mismo, la sociedad en general sin el mercado.
El enfoque comunitario trata de revertir todo este proceso porque considera
que los seres humanos no sólo atienden a lógicas económicas, no todos los
hombres y mujeres son homos economicus. Los que defendemos un enfoque
comunitario pensamos que en el centro de las iteraciones deben de estar las
personas y sus intereses libremente elegidos.
El neoliberalismo bajo mi punto de vista está construido por élites
económicas que intentan dominar al resto de la población además de confluir
hacia un reparto económico hacia estas élites despojando de derechos y
libertades al resto de la población
Con el liberalismo se puede vivir pero cada vez es más difícil convivir
porque el éxito de este modelo radica en las interacciones nulas y su objetivo
es que las personas sean radicalmente individuales.
El camino que está llevando el neoliberalismo, tal y como podemos observar
con el acuerdo transatlántico para el comercio y la inversión (TTIP) es que las
grandes empresas podrán proponer leyes además de plantear mediante un juzgado
internacional penas a los Estados, es decir, los mecanismos elegidos por los/as
ciudadanos/as las Administraciones Públicas estarán supeditadas al control del
capital.
Esto me entristece porque
significa que aún todavía el capitalismo tiene espacios donde pulir su camino.
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